Teniendo en cuenta que el cáncer es una de las mayores enfermedades de la actualidad, recordemos que un 33% de la población podrá tener cáncer en algún momento de su vida, y que, por ejemplo, la provincia de Alicante es la cuarta más poblada de España, es sorprendente que en dicha provincia tan solo haya dos aceleradores lineares públicos (pertenecientes al Hospital de Sant Joan) para toda esta población. Además, cabe destacar que los dos aceleradores están bastante anticuados para las técnicas actuales. Esto, sumado a la falta de recursos humanos, provoca que gran parte de los tratamientos se estén impartiendo de una manera subóptima, o directamente se tengan que derivar a clínicas privadas.

Para acabar, y si tienen a bien tener en cuenta esta sugerencia, no olviden que la ampliación de recursos materiales debe verse apoyada por una consecuente inversión en recursos humanos para poder sacar el máximo partido a la maquinaria.
Por ejemplo, en la Nueva Fe se instaló el primer PET/TC público de la comunidad, pero no se dotó de suficiente personal en radiodiagnóstico (médicos, técnicos, radiofarmacéuticos, radiofísicos...), por lo que se ha estado utilizando solamente a media jornada, una vergüenza que se esté desaprovechando este equipamiento cuando tanta gente podría beneficiarse.